5 de julio de 1811: El nacimiento de una nación libre

Reseña histórica del Día de la Independencia de Venezuela

El 5 de julio de 1811 marca una de las fechas más trascendentales en la historia de Venezuela. Ese día, hace más de dos siglos, un grupo de hombres valientes —representantes de siete provincias de la entonces Capitanía General de Venezuela— firmó el Acta de la Declaración de Independencia, dando origen a la Primera República de Venezuela y sentando las bases para el nacimiento de una nación libre y soberana en América Latina.

Un contexto de transformación

La independencia venezolana no surgió de la noche a la mañana. Fue el resultado de un complejo entramado de ideas, acontecimientos internacionales y descontento social que venían gestándose desde años antes. La Revolución Francesa, la independencia de Estados Unidos y el debilitamiento del poder español tras la invasión napoleónica en 1808, crearon el clima propicio para que en América surgieran los movimientos emancipadores.

En Venezuela, las tensiones entre criollos (descendientes de europeos nacidos en América) y las autoridades coloniales, unidas al deseo creciente de autogobierno, llevaron al estallido del proceso independentista.

El Congreso de 1811

El Congreso Constituyente se instaló en Caracas el 2 de marzo de 1811. Fue el primer congreso autónomo convocado en América por una colonia española. En este congreso, se debatió intensamente la necesidad y legitimidad de romper los lazos con la monarquía española.

Finalmente, el 5 de julio de 1811, los representantes de las provincias de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo firmaron el acta que declaraba la independencia absoluta del dominio colonial español. Este acto no solo tuvo un profundo impacto nacional, sino que también inspiró a otros movimientos independentistas en el continente.

La declaración estableció a Venezuela como una república basada en principios democráticos, con el reconocimiento de derechos civiles y la separación de poderes. Fue un gesto de audacia política y un acto de fe en un futuro diferente, libre de cadenas imperiales.

Un camino arduo hacia la libertad

Aunque el 5 de julio de 1811 se considera el nacimiento simbólico de la república venezolana, el camino hacia la independencia definitiva fue largo y doloroso. La Primera República cayó en 1812 ante la reacción realista, y fue necesario un largo proceso de lucha liderado por figuras como Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Antonio José de Sucre, entre otros, para lograr la emancipación plena en 1821 con la Batalla de Carabobo y la posterior consolidación de la Gran Colombia.

A pesar de los altibajos, el 5 de julio quedó grabado como la fecha en que Venezuela alzó la voz como nación y declaró su derecho a ser libre.

El legado del 5 de julio

Hoy, más de doscientos años después, el Día de la Independencia sigue siendo un recordatorio poderoso de los ideales sobre los que se construyó la república: libertad, justicia, autodeterminación y unidad.

Conmemorar el 5 de julio es mucho más que mirar al pasado. Es renovar nuestro compromiso con los valores democráticos y con la Venezuela que soñaron nuestros próceres. Una Venezuela plural, fuerte y en paz, capaz de superar sus desafíos con dignidad.

En el corazón de la diáspora

Para quienes estamos fuera del país, como comunidad venezolana en Hungría, el Día de la Independencia representa también una oportunidad para reencontrarnos, para reconocernos en nuestra historia común y para fortalecer los lazos que nos unen a nuestra identidad y a nuestros compatriotas.

Desde la Asociación Civil Venezolanos en Hungría (VEHU), rendimos homenaje a ese acto fundacional que nos dio nombre como pueblo, y celebramos con orgullo nuestras raíces, sin perder nunca de vista el horizonte de libertad y prosperidad por el que seguimos trabajando, dondequiera que estemos.